Revolución de Febrero |
Revolución de Febrero | ||||
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Parte de la Revoluciones de 1917-23 | ||||
![]() Tropas revolucionarias atacando a la policía zarista en febrero (marzo) de 1917. | ||||
Fecha | Del 8 al 12 de marzo de 1917. | |||
Lugar | ![]() | |||
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Resultado | ||||
Beligerantes | ||||
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Comandantes | ||||
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La Revolución de Febrero de 1917 en el
A las crecientes pero estériles conspiraciones contra el gobierno autocrático de finales de 1916 se unieron las penurias de la población, cada vez mayores, que produjeron protestas a comienzos de 1917. A principios de año, al descontento político por la falta de reformas se sumaron las privaciones de la población, muy perjudicada por la gran inflación y el desabastecimiento de alimentos y productos básicos. A comienzos de 1917, la incompetencia gubernamental, el descrédito y oposición a cualquier cambio político del monarca, las divisiones entre los políticos, el desapego de la sociedad educada con la autocracia, la crisis económica, la reaparición de anteriores tensiones sociales y económicas, el hartazgo de la guerra y el resurgimiento de los partidos revolucionarios favorecían un cambio.[2]
La revolución se limita habitualmente a cinco días de comienzos de marzo[3]
Las protestas comenzaron el
El zar reaccionó negándose a otorgar reformas políticas y ordenando la marcha de tropas contra la capital, pero la renuencia de los altos mandos militares a enfrascarse en grandes operaciones militares en la retaguardia, su convencimiento de la necesidad de realizar concesiones y llegar a un acuerdo con la Duma, el control de las comunicaciones por los rebeldes y la falta de confianza en las tropas frustraron este intento de sofocar la revolución en la capital.
El martes las últimas tropas leales al Gobierno se acuartelaban al no llegar los refuerzos esperados del frente, el Gobierno se había dispersado para tratar de evitar su captura la noche anterior y algunas importantes ciudades se habían unido al alzamiento. El jueves el zar, privado del apoyo de sus generales, abdicaba en su hermano el
En 1916 se multiplicaron las confabulaciones de políticos y militares para eliminar del poder a
El año de 1917 comenzó con un intenso frío y una gran
Según el portavoz del grupo obrero de las industrias de guerra, el proletariado de la capital está al borde de la desesperación; se cree que la más mínima explosión, debida al más nimio pretexto, conducirá a motines incontrolables, con decenas de miles de víctimas. En efecto, las condiciones de semejante explosión están maduras; la situación económica de las masas está próxima a la miseria, pese a una importante subida de los salarios... Aun cuando se calcula que los salarios han aumentado un 100 %, el coste de la vida ha subido un 300 %. La imposibilidad de obtener productos, la pérdida de tiempo que significan las horas de cola ante las tiendas, la creciente mortalidad causada por las malas condiciones de la vivienda, por el frío y por la humedad resultante de la falta de carbón...; todas estas condiciones han creado una situación tal que la masa de los obreros industriales está dispuesta a dejarse llevar por los excesos más salvajes de una revuelta del hambre.
A estas privaciones se unía la represión impuesta por el Gobierno, que prohibía el cambio de empleo o de fábrica, las reuniones o los sindicatos, lo que aumentaba la hostilidad de los trabajadores hacia el Gobierno y la oposición a continuar los combates.[9]
En la capital,
El descontento, sin embargo, era profundo y amplio por las penurias de la guerra, que le había costado al país millones de bajas y desplazados.[10]
El 9 de enero
El 14 de febrero
El 15 de febrero
Días más tarde, el 17 de febrero