Definición y límites geográficos
Geografía
El concepto europeo de tres continentes en el viejo mundo se remonta a la antigüedad clásica, pero durante la Edad Media fue especialmente defendido debido a los estudios del erudito del siglo VII Isidoro de Sevilla (véase Mapa de T en O). La delimitación entre Asia y África (en el suroeste) forma el istmo de Suez y el mar Rojo. Los límites entre Asia y Europa, convencionalmente, se considera que discurren entre los Dardanelos, el mar de Mármara, el Bósforo, el mar Negro, el Cáucaso, el mar Caspio, el río Ural y los montes Urales hasta el mar de Kara (Rusia).[1]
En el Lejano Oriente de Asia, Siberia está separada de Norteamérica por el estrecho de Bering. Asia está rodeada por el sur por el océano Índico (específicamente, de oeste a este, el golfo de Adén, el mar Arábigo y la bahía de Bengala), al este por las aguas del océano Pacífico (incluyendo, en contra las manecillas del reloj, el mar de China, el mar de China Oriental, el mar Amarillo, el mar de Japón, el mar de Ojotsk y el mar de Bering) y por el norte por el océano Ártico. Australia (u Oceanía) permanece en el sudeste, el límite geológico y ecológico entre Asia y Oceanía en el sector que separa a la Austronesia de la Australasia es la Línea de Wallace aunque histórica y culturalmente el límite con Oceanía está dado más frecuentemente por la Línea de Weber (tras ser una colonia neerlandesa, a mediados del recién pasado s XX el Estado de núcleo asiático llamado Indonesia heredó territorios de Oceanía como las islas Aru y el oeste de la isla de Nueva Guinea por lo que actualmente los neófitos suelen confundirse con los límites del Sudeste Asiático y la Oceanía).
Algunos geógrafos no consideran que Asia y Europa sean continentes separados,[4] Geográficamente, Asia es la mayor parte oriental del continente denominado Eurasia con Europa constituyendo una península noroccidental de la masa continental denominada Eurafrasia: geológicamente, Asia, Europa y África constituyen un territorio único y continuo (salvo el artificial canal de Suez) y comparten una plataforma continental común. La mayor parte de Europa y Asia se asientan en la placa tectónica euroasiática, que bordea a la placa arábiga y la placa India por el sur; la parte más nororiental de Siberia (al este de los Montes Cherski) forma parte de la placa Norteamericana.
En geografía, existen dos escuelas de pensamiento principales. Una escuela obedece a las convenciones históricas y trata Europa y Asia como continentes diferentes, categorizando subregiones dentro de ellos para un análisis más detallado. La otra escuela compara la palabra "continente" con una región geográfica cuando se refiere a Europa, y utiliza el término "región" para describir a Asia en términos de la fisiografía. Dado que, en términos lingüísticos, "continente" implica una masa distinta, cada vez es más común sustituir el término "región" por el de "continente" para evitar el problema de la desambiguación.
Dado el alcance y diversidad de la masa de tierra, a veces no está siquiera claro en qué consiste "Asia" exactamente. Algunas definiciones excluyen Turquía, Oriente Medio, Asia Central y Rusia, y sólo consideran que componen Asia el Lejano Oriente, el Sureste Asiático y el subcontinente indio,[9]
Relieve
El relieve de Asia está esencialmente constituido por una dilatada meseta, en cuyos bordes se levanten fuertes cordilleras y a cuyo pie septentrional se extienden las llanuras que alcanzan el océano Ártico, en tanto que la vertiente Sur se disponen, como en Europa, tres dilatadas penínsulas. En el núcleo central de todo el sistema orográfico es la meseta de Pamir o apodada junto a la del Tíbet como «l Techo del Mundo» (3600 msnm de altura media), de la que en direcciones Oeste, Noreste y Sureste arrancan amplias cordilleras. Al sudeste del «nudo orográfico» del Pamir se extiende otra meseta excelsa, que es la del Tíbet (la meseta más extensa y elevada actual del planeta Tierra), de mayor extensión y altura (5000 m) que el propio Pamir.
Cadenas del Sudoeste del Pamir y del Tíbet: del Este de la meseta nace la cadena de los
Kuen-Lun que, con los Tian Shan, encierra la depresión del Tarim; más al sur, las formaciones de Hedin (7000 m) y del Karakorum (8611 m); en los bordes del Suroeste y Sur del Tíbet se levantan las alturas más importantes y excelsas de la Tierra: Himalaya (Everest 8848 m; Kanchenjunga, 8585 m). La zona montañosa central es, pues, un extenso país de mesetas de gran altura en cuyos bordes se eleva la imponente crestería montañosa. De este modo las mesetas quedan confinadas, a manera de depresiones, en el cerco de sus montañas limitantes, por lo que son desérticas o subdesérticas (Faja de desiertos: Desierto de Arabia,
Desierto de Persia, Turquestán o Turán, desierto de Gobi etc).
Hidrografía
Por la vertiente septentrional corren hacia el océano Glacial, entre otros, los ríos Obi (4100 km) Yenisei (4750 km) y Lena (4270 km). Es muy interesante el régimen peculiar de estos ríos siberianos: como sus fuentes están a millares de kilómetros, más al Sur que su desembocadura, al sobrevenir aflujos de agua en el curso alto, todavía permanece helado el tramo inferior, lo que es causa de grandes inundaciones. En el Pacífico desemboca el Amur (en el golfo de Ojostk), procedentes de los Kuen-lun, vierten sus aguas en el golfo de Pechili y en el mar de la China Oriental, respectivamente; el Sikiang y el Song-ka, que desaguan por Cantón y Hanoi.
De la vertiente meridional del Himalaya descienden hasta el golfo de Bengala y el mar Arábigo, dependencias del océano Índico, el Ganges y el Indo: ambos de una longitud aproximada de unos 3000 km. Que construyen amplios deltas. En Asia occidental, los ríos más notables son el Éufrates (2700 km) y el Tigris (2 000 km) que tienen su arranque en la meseta de Armenia,[10] y fundidos en un solo río al final de su curso, desaguan en el golfo Pérsico, al que poco a poco van colmando con sus aluviones. En las estepas centrales son numerosas las cuencas interiores, cerradas, que desembocan en lagos. Así por ejemplo ocurre con los ríos Sir Daria y Amu Daria, que vierten en el mar de Aral, que, a pesar de su nombre, es un lago.